2023-05-31
Foto por Julio César Mazo, Día del campesino en la Calle Principal o del Carretero, década de los 70.
Como cada año desde 1965, este viernes 2 de junio se celebrará en nuestro país el Día del campesino; un reconocimiento a la entereza, el valor, la pujanza, la sabiduría y un sinnúmero de virtudes que representa con creces este actor tan trascendental para la sociedad.
A propósito, vale la pena recordar este apartado de Lucrecio Vélez Barrientos en su libro Rara Avis, escrito hace 113 años y donde el autor hace alusión al campesino sabaneteño.
“… No nos movemos para el bien, y reina la misma superstición en todo. Allí está el gañán sabaneteño, en lo más próspero de la comarca, conduciendo la reja que nos trajeron de España; la misma miel gorda, para hacer las mismas pelotas de dulce; la eterna evolución del azúcar; y el pobre campesino, el que nos mantiene a todos, con la ruana al hombro y la pata en el suelo, llevando su carga de miserias y olvido.
En el teatro de los acontecimientos de la presente narración, la vida no se ha movido para progresar; no por culpa de aquellos campesinos, gente siempre lista para el trabajo y propicia para el bien, sino de los que fatalmente los han empujado por los caminos del mal.”. Vélez Barrientos, L. (1911). Rara Avis. Eafit.
Foto por Fernando Flórez, Día del campesino, 1981.
Según algunos historiadores, aproximadamente hasta la década de los años 80, la mayor parte de la población sabaneteña residía en la zona rural del Municipio y desempeñaba labores del campo indispensables no solo para su sustento, sino para el desarrollo de la región.
Incluso, si nos remontamos años atrás, vale la pena señalar un acontecimiento que da cuenta de la importancia del campo en el Municipio: a mediados del siglo XVII, Juan Vélez de Rivero, abuelo de José Félix de Restrepo y Vélez, se establece en la entonces llamada ‘Vegas de Sabaneta’, trayendo consigo la caña de azúcar, y convirtiendo a este territorio en el primer lugar del departamento donde se cultivó dicho producto, del cual se obtiene la panela, la melaza, el blanqueado, entre otros derivados, y actividad en la que muchos de los campesinos de la época se desempeñaron.
Foto por Carlos Mario Montoya, parroquianos sabaneteños con su traje campesino de la época alrededor del Padre Ramón Arcila Ramírez, quien posa con carriel, poncho y sombrero, 1968.
Gracias a estas labores propias del campo, hoy es posible nombrar cuatro topónimos en nuestro territorio: El Trapiche (lugar donde se obtiene el jugo de la caña de azúcar y se fabrica la panela), Pan de Azúcar (debido al pan que se obtenía en forma de cono luego de procesar el azúcar), Cañaveralejo (lugar donde se planta la caña), y Zacatín (lugar clandestino donde se producía el aguardiente).
No obstante, la producción de caña de azúcar y sus derivados, son solo algunas de las labores realizadas a través del tiempo por los campesinos sabaneteños. Basta con recordar fincas como La Respi o La Romera, lugares de gran producción lechera y agrícola. Así mismo, cabe destacar otras actividades de gran importancia para la economía de la región como la caficultura, actividad que aún es ejercida por algunos habitantes de veredas como San José o La Doctora, y que además abrió el camino para el cultivo de plátano, ya que este se usaba, en muchas ocasiones, como sombrío del café.
Foto por Alonso Montoya, Abelino y el famoso Orestes de Jesús en la entrada de la vereda La Doctora, 1985
Entre algunas de las familias campesinas más tradicionales del Municipio, podrían destacarse: la Familia Restrepo, a través de don Emilio, habitante de la vereda San José y quien en la actualidad aún continúa ejerciendo labores de cultivo; la familia Álvarez, también conocida como ‘Los Gallos’, en la vereda San José; la familia Ruiz en la vereda La Doctora, a través del famoso ‘Mandarino’, uno de los vendedores ambulantes más antiguos de productos agrícolas; o el mismo don Fabio, en la vereda Las Lomitas, quien cultiva y comercializa sus productos en la zona rural.
Foto por Robinson Restrepo, campesinos tradicionales del Municipio, 1995.
Que sea esta la oportunidad para reconocer y agradecer, como sociedad, la ardua e incesante labor de todos los campesinos de nuestro país, gente que, como menciona Lucrecio Vélez, siempre está dispuesta a trabajar y propicia a hacer el bien.
Foto por Santiago Vásquez, Francisco Mejía Álvarez, padre de 'Los Cocos'.